Te he encontrado tantas veces,
que creo que ando perdido.
«Estaré aquí contigo,
pero solo si duermes»
Así me respondes,
todas las noches.
Deja de vivir en mi sueños.
Por favor, sal de ellos.
¿Vives bien allí?
Espero que sí.
Yo intento cuidarte,
y volver a pensarte.
Lo consigo de momento,
pero todo tiene su tiempo.
Mis fuerzas se desgastan
pero tú luz no se apaga.
No fallas a tu cita,
como cada día,
hoy también estás
¿conmigo te quedarás?
Te lo pido de verdad
no te vayas jamás.
Aunque jamás has estado
conmigo, a mi lado.
Solo apareces en mis sueños.
Sólo digo, que no tengo dueño.
Ni dueño, ni capitán,
ni guía, ni maestro.
Pero me gustaría soñar
un futuro que sea nuestro.
Barco tampoco tengo
ni puerto para atracar
vivo siendo reo
de lo que pueda soñar.
De ti soy prisionero
porque eres lo que sueño.
Algún día me despertarás
y mi ansiado sueño acabará
Ese día que te vayas
para nunca más volver
No olvides que esta es tu casa
y que nunca te quise perder.
No te pido que te quedes
sólo digo que no te escapes.
No te pido un siempre
solo digo que no te marches.
El miedo me lleva en volandas
Por si eso que pido, no se cumple
Por si te bajas esa nube
En la que mis sueños te guardan.
La rebelión de las almas 