Quizás tenga demasiado, ¿de qué? De cosas que no son mías, pero no sé de quién. Solo tengo que encontrarle sentido
Sí, es la vista el sentido del que me sobran cosas. Sí, seguro. Me sobran miradas pidiendo amor, me sobran miradas secretas ocultándolo, me sobran tus ojos en mi vida. Ya no puedo mirarlos, demasiados sueños en ellos. Tantos que se me cierran los ojos para cumplirlos.
Pero, un momento. También puede ser el olfato, porque te recuerdo que huele a mis mejores recuerdos. Y mis sueños tienen un intenso olor a que se deben cumplirse contigo. Y eso sí que es difícil de llevar, pues no puedo dejar de respirar. Tengo que querer o muero.
No, no, no. Pero que digo, lo que me sobran son esas ganas de adivinar a que sabe la piel, a que saben los besos. Me sobran ganas de saber a qué saben tus ojos cuando me miras.
¡Pero que escuchan mis oídos!, es tu voz con la que me pierdo. Es el compás que dicta tu corazón, escucharte. Pero contigo, pues contigo me quedaría a escuchar hasta el silencio, pero contigo.
Pero es cómo tocas mi corazón, el sentir de tus brazos. Me sobra poder soñar con poder responder que vengo de tus brazos, que es cómo estar en el cielo. Me sobran tus manos que me encogen el corazón y me ensanchan el alma. Y todo eso que me haces, sin saberlo. Sin poder llegar a imaginar lo que causas.
Me sobran, me sobran caricias perdidas por el tiempo perdido llorando. Me sobra el calor de las lágrimas, que intentan sustituir el de un abrazo tuyo. Me sobran besos dentro de mí y noto que encajan perfectamente con los rotos que tiene tu felicidad.
Querido amor, me sobras tú.
Antonio Pantoja
Fotografía: @iraaan237