Te propongo este pacto, espero que aceptes. La mía no es una mirada cualquiera, es una mirada que pide a gritos que le quieran, pero que sabe querer. Es una mirada con estrella de puntas infinitas y por cada punta, prometo sacarte una sonrisa. Mirada que sueña, aunque parezca difícil de creer, con los ojos abiertos aún se escapa algún que otro destello de la luz de los deseos que lleva dentro. Ah se me olvidaba decirte, que esta mirada tiene en su centro el universo que tú elijas, eso es lo bueno, tienes un diminuto pero a la vez inmenso lienzo para dibujar tus fantasías. Vale, es verdad, la anarquía reina en tus sueños. Son un caos, un laberinto. Pero que mejor lugar dónde perderse que dónde te pueda mirar…
No te pido que creas en mí, lo haré yo por los dos, igual no has llegado a ver estos ojos de los que hablo, pero lo harás. Claro que lo harás. Confianza ciega tengo en ello. Pero tú también debes cumplir una parte del trato, no es muy difícil. Tranquila, tan solo tienes que asegurarte de que serás capaz de aceptar mis ojos y su mirada. No es difícil, y los dos salimos ganando. Y te prometo, que si cumples tu parte, entenderás esta frase: “Besos que saben a luz, y luces que se sienten como besos”.
Antonio Pantoja
Fotografía: Salma J
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